
CROSS COUNTRY

La prueba de cross country o salto en campo suele tener lugar el segundo día de competición, siempre después de la prueba de doma. El cross country es la piedra angular del concurso de completo en la que se muestra la velocidad, la resistencia y la capacidad de salto de los caballos en terrenos variados y con obstáculos sólidos. Los jinetes, que arrastran los puntos de penalización de la prueba de doma, tienen como objetivo terminar esta prueba con el menor número de penalizaciones posible, saltando todos los obstáculos a la primera y terminando el recorrido dentro del límite de tiempo prescrito, lo que se conoce como “tiempo óptimo”.
El cross country presenta entre 15 y 25 obstáculos sólidos, así como obstáculos naturales como el agua, troncos, zanjas, caídas y bancos. La prueba se desarrolla al galope, con requisitos de velocidad exactos que varían en función del nivel de competición.
Los caballos y los jinetes deben estar en condiciones físicas óptimas para completar con éxito la fase de cross country. Los jinetes acondicionan a sus compañeros equinos durante meses para alcanzar la forma física necesaria para esta prueba. Los caballos deben ser audaces y valientes, mientras que los jinetes deben controlar cuidadosamente el ritmo para no sólo terminar el recorrido a tiempo, sino también para no cansar demasiado al caballo, pues aun quedará la tercera prueba.
Los errores en el cross country son muy costosos para la puntuación final del jinete. Si un caballo rehúsa a saltar, será penalizado con 20 puntos, en su segunda desobediencia sobre el mismo obstáculo, se le penaliza con 40 puntos. A la tercera desobediencia, el binomio es eliminado. También se acumulan puntos de penalización por cada segundo adicional al tiempo óptimo.